Sueños de amor

Solo ayer tu cabeza descansó sobre mi pecho,
y yo,
aturdida de amor por ti no pude cerrar mis ojos,
mi mano incansable acarició tu pelo mientras dormíste,
mientras tu respiración se hizo mas y mas lenta.

Mi dulce niño,
mis sueños de amor luchan con la logica,
porque el saber que todos somos almas de Dios no es consuelo,
porque el saber que somos hijos de la Tierra es tener asegurado un Adiós.

Hace unos días atrás me pregunté
que si acaso volvías a tu tierra, eso por cuánto tiempo sería...
y es que el temor a perderte momentaneamente me ciega,
y el terror de perderte para siempre me enloquece.

En un egoismo infrahumano quisiera controlar tu destino,
pero no puedo,
y aunque pudiese...no podría.
Eres mi niño, niño de aire, de fuego, de agua, de tierra.
Cómo podría yo detenerte.

Solo sigo soñando este sueño mío,
tan dulce que resulta empalagoso,
tan triste y desolado a veces que me provoca llorar.

Mi dulce niño, no quiero que me dejes sola.
Como el zorro del principito yo aprendí a amarte,
aprendí la ternura de tu mano acariciandome la cara,
memoricé el color de tu pelo,
sentí la alegría de tu risa,
calmé la inquietud de tus ojos en esos momentos en que me buscas
y no me puedes encontrar.

No sé que será de mí el día que no estés,
será que soñare lo que no tengo,
será que moriré cada minuto con una agonía sin nombre,
eterna,
irreparable,
miserablemente hasta que mi corazón se detenga
para siempre.

Y es que te seguiría hasta el infierno,
porque te esperé toda una vida
y ahora que estás aquí,
no quiero apartarme de ti...