Autoestima y Realización Personal

Nuestro problema radica en la autoestima.

En esperar que nos elijan.
En pensar que debemos ser elegibles y hacer de todo y aceptar de todo para “postular” a serlo, sin la garantía de lograrlo.

Autoestima.

Necesitamos abrir los ojos y darnos cuenta que somos únicos, especiales, maravillosos.

Que tenemos unos hermosos ojos, reflejo de nuestro ser interior, que es infinito.

Que nuestra sonrisa es hermosa e inspiradora, para quien no tuvo un buen día o quien necesita consuelo. E incluso para quién si los tuvo! porque no somos ni salvadores ni salvados. Somos integrantes de un ecosistema. Somos parte de un uno. Pero no en simbiosis. Estamos todos relacionados pero cada uno aporta lo suyo.

Que nuestra piel muestra como hemos vivido intensamente la vida con todo, emociones fantásticas que quizás pocos han tenido la suerte, y no somos en eso diferente a los demás o superiores, porqué cada vida y cada experiencia es única y todo tiene un aporte que nos hace grandiosos, porque a veces un segundo hace la diferencia en lo que fuimos y en lo que somos y en lo que seremos. Y ese es nuestro valor.

Que gorditos o flacos, con pelo o calvos, rubios, morenos o canos, somos hermosos como somos y con los cambios que queramos hacer. Porque los hacemos por nosotros, por divertirnos, por experimentar, por potenciarnos. No por los demás.

Necesitamos reflexionar qué nos agrada de lo que estamos viviendo y qué no. Qué hicimos, qué no hicimos y ser benevolentes, no culparnos, no culpar a nadie, sino liberarnos, dejar ir el momento y enfocarnos en lo que queremos ahora. Y dejar de transar.

Necesitamos liberarnos con respeto hacia el otro y expresarnos gentilmente para decir:

“esto no va conmigo”
“no estoy de acuerdo”
“yo quiero algo diferente”

sin miedo a desagradar, porque es natural!
Los niños de 4 años ya lo hacen naturalmente y se aceptan entre ellos!

Necesitamos encontrarnos de nuevo con nuestro ser - quienes somos de verdad.

Necesitamos aceptar que es lo que en verdad nos hace ser felices hoy. Porque no se vive de los recuerdos. Tenemos una sola vida y es Hoy. Ni siquiera es el mañana. El pasado NO te define. El futuro es impreciso y no podemos apostar, son tantas las circunstancias que pueden influirlo, externas a lo que somos. Por eso trabajar el hoy es lo que hace la diferencia.

Y pedir lo que queremos y necesitamos para ser felices hoy.
Pedirlo a los demás.
Pedirlo al Universo.
Convencernos en que lo merecemos
Expresarlo a través de todos nuestros poros

Gestionarlo activamente siempre que lo queramos. Igual como cuándo éramos pequeños y no sabíamos nada y todo era nuestro.

Porque seguimos no sabiendo muchas cosas.
Y el mundo sigue siendo nuestro.

Y sobretodo porque nuestro poder es tan infinito como lo creamos.

No tenemos un mundo interior pequeñito.
Somos infinitamente poderosos.