ESPERANDO NADA

yo con traje negro a rayas,
a la misma hora que siempre regresas a casa,
sentada en el escalón frente a tu puerta.
Y ahí estaba yo como una ingenua,
tonta, infantil esperando tu llegada...
con una flor y un pastel en el bolso,
mas nunca llegaste y esperé y esperé horas
y horas,
con la sonrisa cada vez menos reluciente,
primero me comí el pastel, miré la hora,
luego deshojé la flor,
finalmente cayó la oscuridad y me cubrió la noche,
con un suspiro desventurado me levanté
y abandoné mi hazaña tormentosa,
y brillante como un lucero,
el primero de la noche,
se encendió mi orgullo herido.
Aprendí la lección:
no dar sorpresas a quien no las espera
Apreté avergonzada el "go home"...
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Stuka -