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BLOG DE LA FLACA

LA VIDA ES BELLA

LA VIDA ES BELLA Es una pareja de personas muy sencilla: ella dueña de casa y él, un hombre muy delgado y con bastón porque tiene media pierna con parálisis. Con suerte, lo que más lleva en su billetera son un par de documentos y unas fotos...

Deciden ir al supermercado a comprar algunas cosas para comer y endulzarse su vida de viejitos en estos fines de semana previos a Navidad.

La calle atestada de gente, el comercio saturado, el ruido, los autos, de pronto sólo un golpe seco, alguien lo empuja. Ella en shock no entiende que pasa. A su marido alguien lo agarró por el cinturón y hay otro que lo sostiene por la espalda. Aterrorizados, forcejean con los desconocidos, en sus mentes las compras, el dinero, el susto, la impotencia, las caras de los hombres.

Un tercero asesta un golpe en su pierna invalida, él cae al piso derrumbandose como la Torre Eiffel. La gente indiferente sigue en sus vidas mientras todo esto pasa en dos segundos.

Los hombres corren con su botín. Ahí van los documentos, ahí va el fin de semana, ahí van los últimos dineros del mes. El anciano con vigor inusitado corre tras los ladrones.
¡Atrápen a los ladrones!¡Atrapen...!

Nadie lo escucha. Estan rodeados de un mar de sordos y ciegos.

Por atrás, otros dos hombres jóvenes comienzan a seguirlo, sospechosos y oscuros, hasta que él se detiene. Los hombres se pierden entre el gentío sin una mueca. Él, extenuado y ensombrecido, vacilante, inseguro, sin poder pensar se devuelve hasta el sitio en donde quedó su señora...Mi amor...mi amor...se llevaron la billetera...que haremos ahora...como volveremos a casa...se llevaron todo...

Una señora compasiva les estira la mano, por acto reflejo ella extiende la suya y su mirada perdida logra percibir un billete.

Señora por Dios, como se le ocurre...no por favor, dice con dignidad, lágrimas y su voz entrecortada por el pánico. Más la señora no la escucha y le hace señas de que tome el dinero mientras comenta a viva voz que no logra explicarse como un par de personas como ellos pueden sufrir tal vejámen.

Otras personas hacen una colecta de monedas para locomoción.

Con el corazón apretado los dos viejitos se vuelven a casa, callados, perdidos, embrutecidos. Al irse a la cama se miran, con los ojos enrojecidos, se abrazan.
Estan vivos. Ahora eso es lo único que importa. El sueño los encuentra tomados de la mano, como hacía tantos años, solo que ahora es el miedo a que el destino los separe. Es el miedo a dejarse ir sin un último cariño.

Que Dios me ayude a vivir con el miedo a la naturaleza humana...
que me dé fortaleza para no aprender a odiar
ya son tantas cosas las que se acumulan...

1 comentario

jose nelson -

me gusta tu blog. muy chevere!